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Peter Bagge: “Cuando conocí el material de Crumb supe que era a lo que me quería dedicar”
Buddy Bradley siempre fue el mejor. Producto de una familia disfuncional, el irónico antihéroe, joven descastado del Seattle 90’s y melómano borrachín, era el personaje más real salido de la hastiada generación “Grunge”. Con un humor negro a prueba de suicidios, y desmarcándose de cualquier visión edulcorada de la juventud, la serie de cómics “Hate” nos hizo reír a carcajadas mientras descansábamos de tanto nihilismo sonoro. Detrás de las fechorías de Buddy Bradley, la mente criminal del gran Peter Bagge.
A pesar de ser conocido en nuestro país a raíz de“Hate” y Buddy Bradley, Peter Bagge ya llevaba desde finales de los setenta en el mundo del noveno arte. Sería a mediados de los ochenta cuando daría el salto definitivo con Neat Stuff, germen de todo lo que posteriormente desarrollaría en la década de Kurt Cobain. Con un estilo de dibujo grotesco y underground, salpicando sus historias de multitud de guiños a la cultura Pop, este alumno aventajado del legendario Robert Crumb es tan fan de la música como cualquiera que lea estas páginas. Creador de portadas para los Nomads y Hellacopters, entre otros, también fue batería del efímero grupo The Action Suits. Hablando Peter Bagge es tal como te lo imaginas. Irreverente, mordaz y crítico hasta el último límite posible. Un cabroncete con gracia…y algún que otro enfado.
Llegaste a tener un grupo, The Action Suits. ¿Cuál fue vuestra historia?
Pues sólo existimos como banda durante un año, y fue ya hace doce. Nos volvimos a reunir para grabar unas cuantas canciones que habíamos dejado incompletas, en 1997, y tratamos de que nos saliera un buen CD.
La música que hacías en The Action Suits era Pop. ¿Qué significa el Pop para ti? Porque en el pasado el Pop era la mejor música del mundo, eran The Beatles y muchísimas más bandas buenísimas, pero en el presente… es otra cosa muy distinta, y más bien idiota.
Tengo ahora cincuenta y un años…Recuerdo perfectamente a The Beatles haciendo su primera gira por Estados Unidos. Ese fue el primer contacto que tuve con la músicapopular, o Pop, y en ese momento me volví completamente loco con los ellos, y empecé a escuchar a otras bandas que fueron muy importantes para mí: The Beach Boys, The Who… esos grandes grupos. Es mi música favorita, junto con el Punk y lo que se hizo a finales de los sesenta. Cuanto más la escuchaba más me gustaba, y me sigue encantando. Eso es Pop para mí.
De todas maneras, todavía quedan grupos que hacen buen Pop, como Redd Kross o The Posies, aunque son grupos de culto, minoritarios.
Sí, son bandas que me gustan. Me recuerdan a la música que escuchaba cuando estaba en el instituto, bandas como Badfinger o Raspberries. En la actualidad reconozco que existen muchos grupos buenísimos, pero no presto mucha atención a lo que se hace hoy en día.
En cuanto a The Beatles, siempre has dicho que McCartney es tu miembro favorito de los Fab Four.
A mí me encantan los cuatro, pero sí tengo que elegir a uno me quedo con Paul.
Es el beatle más odiado entre muchos fans, y no fans. Por ejemplo, los fans de Lennon no soportan sus canciones de amor, sus baladas, o su forma de comportarse y de ser.
Puede que sea el más odiado, pero también es el más popular. Yo creo que es el favorito de muchísima gente, y al ser el más popular no se le mide con el mismo rasero que a los otros tres… tal vez por ser el que ha tenido un mayor éxito comercial, tras la separación del grupo, se le critica tanto. Hay quien piensa que es muy fácil escuchar su música, pero para mí, sus canciones son estupendas. Fíjate que le gustan a todo el mundo, y precisamente por eso hay seguidores de los Beatles que piensan que algo raro tiene que pasar a este hombre, y por eso le critican… mucha gente dice que es demasiado dulce. Cuando se escucha la música de The Beatles cada cual saca unas conclusiones diferentes y lo mismo pasa con la figura de Paul en solitario, despierta sentimientos encontrados. Hace poco vi un concierto de George Harrison, y salía Paul tocando un par de temas de George, del disco ‘All Things Must Pass‘, y esas canciones sonaban a McCartney… Creo que las sensibilidades de los cuatro Beatles tenían puntos en común.
Es curioso que se le tenga como alguien que canta canciones tontas de amor, porque “Helter Skelter” es muy dura. Una vez dijo Butch Vig, el productor del “Nevermind”, que esa era la primera canción grunge que había escuchado. (Risas) Parece que algunos fans prefieren obviar eso, y quedarse con la imagen de McCartney que has dicho, el chico dulce.
Es el que mejor gritaba (Risas). Cuando salió ‘Helter Skelter’ la mayoría de los críticos pensaban que estaba cantada por Lennon, pero era Paul era el que cantaba.
¿Cómo viviste la ruptura de The Beatles? Imagino que sería tan duro como la primera ruptura sentimental…
(Risas) Fue una noticia sorprendente. Yo tenía sólo 12 años. Recuerdo que se rumoreaba que había disputas internas en la banda. Acabé muy cansado de escuchar todas aquellas historias que la prensa contaba acerca de los motivos por los que se separaron. Por cierto, volviendo a una pregunta anterior, creo que muchos fans acusan a Paul de ser el culpable de la ruptura de los Beatles. Me parece muy injusto que, después de tanto tiempo, se siga pensando que la ruptura fuera culpa suya, cuando fue algo completamente inevitable.
¿Y qué me dices de Yoko Ono? ¿Estás de acuerdo con las teorías que dan a entender que fue ella la culpable del fin de los Beatles?
No creo que los Beatles se separaran por ella, pero es evidente que sí que distanció a John Lennon de la banda.
He leído en algún sitio que viste a los Rolling Stones en concierto en los 70, y te parecieron horribles. ¿Cómo se explica eso?
Sí, pero era muy joven. Yo era fan de los Beatles, aunque escuchaba ya otras bandas, como te he dicho antes. Tenía ganas de ir a algún concierto, y elegí el de los Rolling Stones, porque me habían gustado las canciones que había escuchado, tenían muchísimas. Por aquella época estaba buscando una nueva banda para convertirla en mi favorita. Creo que fue en 1972, tras ‘Exile On Main Street’. Fui con mi hermano. Acabé muy enfadado porque esperaba que las canciones en directo sonaran mejor, tal vez esperaba que sonasen mejor que en los vinilos, y eso en aquella época era imposible. Además era mi primer concierto en un gran escenario y la acústica era malísima, recuerdo que el telonero era Stevie Wonder y también sonó fatal. Es horrible cuando te gusta un grupo y en directo las canciones no llegan a sonar como esperabas. De todas maneras, para mí los Rolling Stones son un grupo muy sobrevalorado.
Has mencionado antes a los Beach Boys. Brian Wilson es un genio, no hay duda, pero hay algo que siempre hablo con un amigo de la revista, y es cómo una persona tan torturada, tan llena de demonios interiores, con una vida tan compleja, pudo hacer canciones que irradian felicidad, que son mejores que el prozac o cualquier antidepresivo que quieras mencionar.
Efectivamente, sus letras pueden ser muy felices, pero también se pueden interpretar, emocionalmente hablando, de manera triste. Sobre todo en sus primeros álbumes, ahí había canciones realmente tristes, pero la interpretación que se hacía de ellas iba por otros caminos. La gente los escuchaba y no veían el lado triste de aquellos discos. Me enfada mucho que haya gente que sólo vea diversión y más diversión en las canciones de los Beach Boys, porque son un grupo muy grande, y tienen muchas facetas, aparte de ese aspecto concreto de su música. Esto no quiere decir que no me guste ese aspecto, pero ya me entiendes.
¿Te gustaban Queen en los setenta? Porque entonces hacían Rock, pero con un toque muy Pop, y muchas más influencias en su música.
Me gusta Queen, aunque no todas sus canciones. Son demasiado felices, y no sé, también un poco horteras. Sabes, tengo un pequeño problema con Freddie Mercury (Risas). Para mí es demasiado gay. Lo mismo me pasa con Bowie, me gustan algunas canciones, pero él me parece muy camp. No sé si conoces la palabra camp, significa ostentoso, exagerado, muy homosexual. Lo mismo me pasa con Roxy Music, no soporto a Brian Ferry.
Hace ya diez años hiciste un disco recopilatorio con algunas de tus canciones favoritas, “Peter Bagge’s Rockin’ Poppin’ Favourites” ¿Cómo surgió la idea? ¿Fue difícil el proceso de selección?
El disco forma parte de una serie que lanzó la delegación británica de EMI. Lo hice con la idea de recoger mis temas favoritos y acompañarlos de una presentación trabajada, con un libreto. Fue un trabajo maravilloso, disfruté mucho haciéndolo. Invertimos mucho dinero, pero quedó incompleto, porque no pude conseguir todas las canciones que me hubieran gustado Es difícil escoger tus canciones favoritas y además, como te he comentado, no conseguimos los derechos de todas las que queríamos incluir, mucha gente no nos permitió usar sus canciones.
En los 70 colaboraste con la mítica revista neoyorquina Punk, que publicó muchas de las primeras entrevistas a gente como Television, Ramones, Dead Boys…todo el ABC del punk neoyorquino.
Eran bandas muy interesantes. Les faltaba ambición, y musicalmente está claro que no eran muy grandes, pero disfruté mucho aquella época llena de pequeñas bandas. Después vino algo que me gustó mucho más, la New Wave. Me encantaban los Ramones, pero mucho más Blondie, los Talking Heads, The Jam… me encantaban esos grupos. Afortunadamente, a mediados de los setenta tuvimos el Funk, el Soul y la música Disco antes de que el rock que se hiciera insoportable. El Punk y la New Wave fueron la respuesta a una época en la que la música se estaba volviendo muy aburrida, y ambos movimientos se encargaron dedevolverle la excitación al Rock.
En aquella movida ya querías dedicarte al cómic, pero cómo te introdujiste en este mundo, cuáles eran tus influencias.
Cuando era joven veía los cómics en los periódicos, ya sabes, las tiras. Me gustaba ver la actualidad puesta en viñetas, de forma irreverente. También me gustaba Mad Magazine. Era muy, muy fan de Mad Magazine. Más adelante, cuando era un estudiante de arte, descubrí los cómics underground, y me hice especialmente muy fan de Robert Crumb.
Eso debió ser un shock, porque Crumb es un autor totalmente único. ¿Cómo recuerdas la primera vez que leíste, o viste algo suyo?
Recuerdo su trabajo cuando yo ya estaba en la secundaria, me gustaba el diseño que había hacho en algunas portadas de discos, también en las camisetas; esas son las cosas en las que me fijé, pero no había leído ningún libro de cómics suyo hasta 1977, aproximadamente. Esa combinación suya, no solo la manera en que dibujaba, sino la manera en que escribía, y lo que hizo con el comic boom… Cuando conocí su forma de hacer cómics, su material, supe que era a lo que me quería dedicar.
Llegaste a estar en su revista, Weirdo.
Fue fabuloso trabajar con él. Era muy abierto y generoso. No fue difícil trabajar con él, pero no había mucho dinero. Se podía considerar más como un trabajo divertido que algo serio (Risas). Así que te puedo decir eso, era genial trabajar con Robert Crumb.
Tu primera serie de cómics que se recuerda es Neat Stuff. Se puede considerar la piedra de toque de lo que vendría posteriormente.
Neat Stuff se creó porque conocí a los dos editores de Fantagraphics, con los que todavía trabajo. Les gustó lo que hacía, y querían ver si podía hacer algo para ellos, mi propio cómic. Aquello fue un sueño hecho realidad para mí. Los siguientes quince años es todo lo que hice, mis propios cómics para Fantagraphics. En Neat Stuff creé muchos personajes, pero a partir de los noventa, o así, me centré más en las historias de Buddy Bradley,y de ahí es donde nació un nuevo título, ‘Hate’.
Buddy salió de The Bradleys, y aquello era fantástico, porque mostrabas otro tipo de familia estadounidense. Generalmente, se ha tendido a mostrar la familia americana como algo perfecto, sin fisuras, sin errores….y era muy falso.
Cuando hice los Bradleys estaba saturado de cómo eran representadas las familias en esas típicas series televisivas. Buscaba cómo mostrar otro tipo de familia, una familia contraria a esas series. Posteriormente ha habido series que, aparte de ser cómicas, como los Bradleys, también te enseñaban lo disfuncional y horrible que una familia pude ser. Yo hice algo que ya estaba ahí, en la realidad, pero no se mostraba. En aquellos días las familias de las serias eran divertidas, todos se querían, había amor…porque a la gente no le gusta que le recuerden el lado negativo, quieren escapar y evadirse de la realidad. Por eso ven ese tipo de series donde las familias son perfectas.
Con “Hate” es como mucha gente te conocimos. Parte de sus lectores relacionaron el comic con el movimiento Grunge, pero la verdad, lo veo más cerca del humor negro de Bukowski y de Robert Crumb.
Estoy de acuerdo. (Risas)
Sí que es cierto que había ciertas conexiones con esa generación, al ser Buddy Bradley un chico joven, vivir en Seattle…
No, no, es sobre…bueno, Buddy Bradley, el protagonista, estaba mayoritariamente inspirado en mí cuando era joven, así que la idea era alguien joven que entra en edad, dejando a su familia y siendo independiente por primera vez, y lo que viene entonces. Ya sabes, pasárselo bien, salir con amigos y chicas, y pensar a qué se quiere dedicar el resto de su vida. De eso es de lo que trata.
¿Te gustaría hacer un cómic adaptando alguna novela o relatos de Charles Bukowski?
Claro, si alguien me paga, por qué no. (Risas) Me gustan mucho los libros de Charles Bukowski.
Me parece increíble que mucha gente en tu país piense que Bukowski solo era un borracho sin talento.
¡No conozco a nadie que piense así! (Risas) La mayoría de la gente que conozco estaría de acuerdo conmigo en que fue un gran escritor.
Bueno, yo te digo lo que me han dicho algunas personas. Por ejemplo Jesse Malin, el cantante de D-Generation, o John Sinclair, el manager e ideólogo de MC5.
No puedes agradar a todo el mundo. Por cierto,los MC5 me parecen una banda malísima. (Risas) Bueno, eran divertidos en concierto. Puedo entender por qué a la gente le gustan, porque si tú ves vídeos en directo de los MC5, eran puro espectáculo, eran muy divertidos, pero no hicieron grandes discos. Cuando pienso en su música…Ohg, eran terribles.
Volviendo a “Hate”. ¿Cómo creaste a todos esos personajes? Aparte de Buddy Bradley que es más bien autobiográfico, hablo de Stink, Lisa, Valerie, George Cecil Hamilton III…
Oh, Buddy Bradley nunca fui yo del todo. Tenía parte mía, desde luego, pero también parte de algunos de mis mejores amigos. Hay muchas diferencias entre él y yo. Es igual que con el resto de mis personajes. Por ejemplo Lisa, no está basada en nadie en concreto, sino más bien en mucha gente que conocí. Lo mismo pasa con Stink, o para George Cecil Hamilton III y el resto de personajes.
¿Llegaste a tener problemas con “Hate”, por ser tan irónico y realista? Quiero decir, entre lectores que se mueven continuamente en la corrección política y ciertos comentarios del cómic pueden resultarles desagradables.
Sí, claro que me a veces he tenido problemas. Hay gente que parece no saber sacar lo positivo de las cosas. Es cierto que Buddy es un personaje enfadado, y por eso algunos lectores con una ideología política determinada se lo pueden tomar muy en serio, tanto al personaje como a mí mismo. Es algo contra lo que no puedes hacer nada, porque es su problema.
Sé que no te gusta Kevin Smith, pero hay mucha gente que conecta el universo “Hate” con él, y que incluso les gustaría que él pudiera filmar una adaptación suya. ¿Por qué crees que os unen, cuando él es más naif?
Sí… No tengo la respuesta, a la gente le gusta por diferentes razones, y no tengo ni idea por qué pueden pensar esas cosas. (Parece molesto)
Posteriormente Buddy se muda a Nueva Jersey, madura y cierra su etapa de Peter Pan.
Sí. (Sigue pareciendo molesto)
En ese instante, cuando Buddy se marcha a Nueva Jersey introduces el color en “Hate”. ¿Por qué?
Solía hacerlo en blanco y negro por razones económicas. Es algo no solo propio de mi cómic, sino de todos los cómics underground. Por eso son en blanco y negro. Es mucho más caro hacerlo en color. Los de Fantagraphics hacían las cubiertas en color, y me propusieron hacerlo todo en color, y me pareció bien. Siempre quise poner color a mis cómics. (Parece que ya no está molesto)
¿En algún momento te sentiste atrapado por “Hate” y el personaje Buddy Bradley, que te ahogaba creativamente?
Siempre me ha gustado. En los últimos diez años he vuelto a hacer cosas esporádicas con Buddy Bradley, pero no ha funcionado como antes. No me daba mucho dinero, y al mismo tiempo estaba recibiendo ofertas de otros editores para poder trabajar mucho mejor, así que por eso me he enfocado a otras cosas.
Llevas mucho tiempo viviendo en Seattle. ¿Qué diferencias encuentras entre cómo era la ciudad en los noventa, con toda la eclosión del Grunge, y ahora?
No hay muchas diferencias, aunque sí que es cierto que ahora hay más gente y es más caro. La única diferencia fue cuando Nirvana, Pearl Jam y esas bandas se hicieron famosas. Ya sabes, hicieron que la ciudad tuviera un nombre, y mucha gente joven se trasladó aquí. Durante un breve lapso de tiempo vino mucha gente que quería formar parte de algo. Creían que había algo único en Seattle, que aquí pasaba algo que no sucedía en el resto del mundo, y eso no era verdad. Estaban expectantes de…no sé, ¿magia? Pero se dieron cuenta que Seattle no era muy diferente a cualquier otra ciudad. (Risas) Se largaron pronto, se decepcionaron en seguida. A principio de los noventa también muchos artistas del cómic vinieron a Seattle, y también se fueron muy pronto. (Risas)
¿Has tenido problemas con algún fan grunge, que te haya llamado por teléfono llorando por el final de “Hate”?
Oh, (Risas) no, no. Sí que hubo una temporada en los noventa que las cosas se pusieron un poco locas, y solía recibir llamadas telefónicas. Algunas eran de fans yonquis, otras fans enfadados, algunos para amenazarme… (Risas), y otros simplemente para decirme hola.
¿Y groupies?
No, ¡me dedico a los cómics! (Risas) Pero todo lo que pasó entonces era muy extraño, muy, muy extraño. Ahora mismo en cambio todo es muy tranquilo, no ha vuelto a pasar nada.
¿Te llegó a gustar alguna banda de lo que se denominó Grunge?
Ah sí, me gustaron las bandas, algunas más que otras, claro. Me gustan Mudhoney, me gustan Nirvana..También había un grupo llamado TAD, eran muy buenos.
“Hate” siempre ha tenido un perfil muy cinematográfico, sobre todo para ser adaptada por algunos directores independientes. De hecho se llegó a rumorear que iba a salir adelante el proyecto. ¿Qué sucedió?
Oh, no lo se. Hace tiempo alguien me dio dinero para comprar los derechos cinematográficos de ‘Hate’, pero de eso hace ya mucho, y no se sabe nada.En tres ocasiones me ofrecieron dinero para escribir el guión para una serie televisiva, parecía factible, pero al final no sucedió nada.
¿Qué opinión te merecen los freaks de los cómics, gente que vive por y para los cómics?
No conozco a nadie que encaje en esa descripción. ¿Hablas de gente que solo piensa en los cómics y no quiere hacer nada más?
Claro, hay personas que tienen un perfil de fan enfermizo, son como coleccionistas compulsivos.
Pues si es así, me encanta que existan, estoy encantado. (Risas) Pero eso suele pasar únicamente durante una breve temporada, La gente que suele lee cómics, hay un periodo en los que son muy fans, se vuelven muy apasionados con todo este mundo, pero dura poco. Es algo que tiene que ver lo que me ha dicho un amigo que se dedica a la stand-up comedy.Todos sus conocidos, cuando eran veinteañeros estaban obsesionados con la stand-up comedy. A lo que querían dedicarse, sobre lo que pensaban, lo que escribían, tenía que solo que ver con la stand-up comedy, e iban a ver a continuamente shows, y ese era todo su universo. No estaban interesados en nada más, pero cuando crecieron abandonaron esas ideas. Sucede lo mismo con los cómics, pasas de ser un apasionado de ellos a olvidarlos en cuanto te haces adulto.
Normalmente, el cómic está peor considerado que la novela u otro tipo de forma artística. Se le considera un arte menor. ¿Por qué crees que es así?
No puedo decir qué es más importante, ni tampoco es algo que me importe demasiado, pero creo que los cómics pueden ser tan buenos y efectivos como cualquier otra forma de arte. Es solamente otra forma de arte, y tiene muchas salidas, no solo es algo solo para adolescentes. Y según pasa el tiempo, parece que hay más aficionados al cómic que nunca, y son más fieles que antes. Es bueno que la gente empiece a tomárselo en serio, pero tampoco hay que pasarse. Eso sucede cuando los profesores de literatura hablan de ti, o analizan tu obra y escriben estudios sobre ella; entonces los creadores se lo toman demasiado en serio, son conscientes de su importancia, y eso creo que perjudica a la propia creatividad del artista, porque entras en otros terrenos, caes en otro juego.
Llegaste a hacer cómics de Spiderman y Hulk, personajes arquetípicos que a priori no tienen nada que ver con tu forma de trabajar. ¿Qué querían Marvel Comics dándote la oportunidad de trabajar con superhéroes?
Simplemente la gente de Marvel me llamó, y me preguntaron si quería trabajar con ellos, para hacer exactamente lo que hice. Nunca fui un defensor de los superhéroes, nunca me gustaron, pero sí me atraía el personaje de Spiderman, su historia. Así que eso es lo que pasó. Me preguntaron si quería hacer mi propia versión de Spiderman, inmediatamente me vino una idea, se la dije, les gustó, me pusieron mucho dinero encima de la mesa, y fue algo bastante sencillo. También me preguntaron para hacer el mismo tipo de proyecto con Hulk, y acepté, hice un cómic sobre Hulk, pero Marvel pasó a otras manos, y a los nuevos directivos no les gustó. No querían nadie que hiciera cosas raras con sus personajes, y no lo publicaron. Eso sí, me acabo de enterar hace una semana que finalmente lo van a editar.
Uno de los últimos cómics que has publicado en España es “Apocalipsis Nerd”. ¿Realmente crees que un informático puede llegar a matar y sobrevivir tras un holocausto nuclear, sin sufrir luego secuelas psicológicas? Porque no me veo a la mayoría de informáticos que conozco cazando y matando a otras personas…
Sí. La idea de esta historia surgió de manera muy simple. Solo tenía que pensar en mí, o en mis amigos, obligados a sobrevivir por nosotros mismos en una situación de emergencia total, en este caso después de que Seattle haya sufrido un ataque nuclear. Me atraía la idea. A la mayoría nos gusta pensar que somos una buena persona y no seríamos capaces de matar, o de violar, pero si todo se viene abajo y tienes que sobrevivir, seguro que lo harás. (Risas) La idea principal trata de eso, de cómo el personaje principal cambia de forma de ser, se convierte en otro tipo de persona para poder sobrevivir.
Hablemos de política. ¿Cómo ves estos primeros meses de mandato de Obama? Parece que gracias a él la imagen que tenía el resto del mundo de Estados Unidos es bastante mejor.
Bueno, desde luego, es más popular de lo que fue el presidente Bush. Y esta es una pregunta difícil de contestar, porque no lo puedes hacer peor que el presidente Bush (Risas). Fue una vergüenza, a todos los niveles. Así que cualquiera va a ser mejor que él. Puedes poner a una silla de presidente, y esa silla va a ser mejor que Bush. (Risas) Me alegré cuando Obama ganó a su rival, McCaine, prefiero mucho antes a Obama que a McCaine, pero siempre he tenido sospechas sobre Obama. Para ganar tuvo que prometer muchas cosas, demasiadas,y ya hay dudas acerca de la viabilidad de esos cambios que prometió. Muchos de mis amigos estén encantados de que Obama saliera, tienen mucha fe en él, creen que es maravilloso… pero yo estoy prestando mucha atención a lo que está haciendo, y creo que apesta, creo que es el típico político, mentiroso. Ha hecho algunas cosas buenas, pero en otras…hay cosas que no va a poder cambiar, cosas que prometió sabiendo que eran imposibles. Cuanto más pasa el tiempo menos esperanzas quedan. Estoy muy decepcionado con Obama. Los periódicos liberales y los votantes todavía le dan mucho crédito, aunque poco a poco van a ir perdiendo la fe. Yo ya estoy decepcionado.
La mayoría de los políticos acatan ese perfil. Aquí mucha gente está encantada con él, pero nadie que esté en esa posición está limpio. No creo en nadie que esté ahí arriba, aunque Obama sea preferible a Bush, obviamente, pero no deja de ser un político, demócrata, pero un político.
Claro, los políticos prometen todo.
Para muchos Obama representa el nuevo Kennedy.
Sí que puede que haya alguna similitud. Espero que al nuevo presidente le suceda lo mismo que a Kennedy. Kennedy estaba rodeado por un grupo de gente que no hacía ningún bien a la nación. Poco a poco se fue deshaciendo de ellos, y creo que su política fue a mejor, se convirtió en un buen presidente, pero Obama ha empezado con mal pie. Prometió hacer muchas cosas importantes que no va a hacer. Si quieres ser presidente está claro que tienes que hacer promesas importantes. Te pongo dos ejemplos; legalizar la marihuana, ya sea con fines médicos o no, y cambiar el sistema sanitario. La gente te va a votar, pero ¿qué pasa si no cumples ninguna de esas promesas? No hay razón para que si has sido elegido no cumplas lo prometido, es tu obligación. Al menos Kennedy no prometió nunca nada que luego no hiciera.
Para terminar. ¿Qué me puedes contar acerca de tus proyectos futuros?
Estoy trabajando en una novela gráfica para DC Comics, está todavía en imprenta. Aún no tenemos título porque el que teníamos lo hemos tenido que cambiar por razones legales. Lo vamos a sacar en breve. Además acabo de editar una colección de cómics de temática política que he estado haciendo con la revista ‘Reason’. La serie se llamaba ‘todo el mundo es tonto menos yo’.
Gran título. (Risas) ¿Estás a favor del arte politizado?
Bueno, en este caso concreto ha sido un encargo. Me han puesto este tema, la política, y he hecho el trabajo para el que me han contratado, mi perspectiva sobre las cosas que me rodean a nivel político.
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