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Haifaa Mansour: “Hablo de la situación de la mayoría de mujeres, no de la alta sociedad”

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Cinemajove es el festival de cine superviviente en Valencia y cada año logra resucitar la cinefilia en una ciudad aquejada de graves recortes en todo el sector del cine. Este año la encargada de abrir el festival fue La bicicleta verde (‘Wadjda’ es el título de estreno en España), una mirada femenina traída de Oriente Medio. Los elementos son sencillos: Una niña inquieta y su obsesión: una bicicleta. En un país donde las mujeres tienen prohibido ir en bicicleta y mostrar su rostro en público, este deseo infantil se convierte en una deliciosa provocación. Si tenemos en cuenta que el cine está prohibido en Arabia Saudí (IMDB solo registra 7 films de esta procedencia) el desafío es mayor.

La creadora de esta película, Haifaa Mansour, ha superado todos los impedimentos para alcanzar su sueño. Consiguió los permisos para rodar a través de un productor de televisión saudita y el consentimiento del Ministerio de Cultura con una historia respetuosa que trata de establecer el diálogo para cambiar la situación de la mujer. Su mensaje ha calado en las pantallas occidentales y tras presentarla en el Festival de Venecia, Haifaa visitó Valencia para hablarnos de su película.

Has llevado Wadjda por los principales festivales de cine de Europa, ¿Cómo te sientes?

Estaba pensando justamente que es difícil hacer tu primera película. He dado lo mejor de mí y me alegra que la gente vea que he trabajado con todo mi corazón. Tardé cinco años en lograr terminar la película, escribiendo el guión, consiguiendo la producción adecuada, ensamblando la película de manera correcta. Es genial poder estar aquí y compartir la película con todos.

¿Hablas de tu vida? ¿El personaje de Wadjda eres tú de joven?

Un poco sí. He querido reconstruir mi mundo. Vengo de un pequeño pueblo, con una familia cariñosa, fui al colegio público, y quise plasmar esto en la película porque mucha gente no sabe cómo se vive el día a día en Arabia Saudí.

¿Cuáles fueron los mayores retos que tuviste que superar para hacer la película?

El mayor reto en esta película fue conseguir la financiación, creo que todos los directores de cine decimos lo mismo. Pero al venir del mundo árabe, donde no existe el cine, con una historia cotidiana sobre una niña y una bicicleta… Así como el cine iraní manejan más recursos, nosotros no. Nos encanta el drama, si tienes que hacer una película sobre mujeres, tiene que haber una violación o una lapidación, pero esta película no habla sobre el drama. Entonces los productores leen el guión y no ven el potencial.

Entonces, ¿cómo lograste la financiación y rodar la película?

Tuve unos productores estupendos, trabajé con los alemanes Razor Films. Tras escribir el guión empecé a buscar aliados por todas las productoras europeas, esperando que vieran algo interesante en mi película. Les mandé un mail con mi idea: Soy Haifaa Mansour, cineasta de Arabia Saudi y tengo esta idea para hacer una película… Por supuesto, nadie contestó. Pero Razor Films me contestaron diciendo que les había interesado la sinopsis. Para mí fue el día más feliz porque son muy grandes, han producido ‘Waltz with Bashir’, ‘Paradise Now’ y éstas son las mejores películas que han salido de Oriente Medio. Les mandé mi guión y lograron mucha financiación desde Alemania. De Oriente Medio es difícil, porque no es la típica película. Después hablamos con Rotana, una productora árabe que dirige el Príncipe Alwaleed bin Talal, que es de carácter progresista y tenía la idea de introducir a la mujer en el mundo del arte y se animó a participar en el proyecto. Estoy muy agradecida de esta combinación.

En una sociedad donde es ilegal el cine debió de ser complicado rodar las escenas  de exteriores.

Sí, fue duro salir a la calle, fue duro porque soy mujer y se supone que las mujeres y los hombres no deben trabajar juntos ni mezclarse en público. Tenía que controlar todo desde una furgoneta, dar las indicaciones a los actores desde monitores y walkie talkie… Era muy frustrante, pero era importante mentalizarse y pensar: Estamos en Oriente Medio, no puedes venirte abajo con estas cosas mientras puedas seguir adelante. De otra manera no podría haberlo hecho.

¿Cómo fue el proceso de selección de los protagonistas de la película entre todos los niños? ¿Sabían las niñas a lo que se enfrentaban al convertirse en actrices en un país donde no existe el cine?

No, sabían muy poco sobre el mundo del cine. Reem no tenía ninguna experiencia antes de hacer el papel de Wadjda. Llegó al rodaje con mucho entusiasmo y esa era su mayor baza. Fue increíble, porque estaba muy motivada y eso es lo que yo buscaba, actores que desearan disfrutar durante el rodaje y vivieran en su propia piel cada vez que sufrían, lloraban o reían. No que actuaran, sino que sintieran.

En tu película hablas de la vida cotidiana en Arabia y das una visión más íntima y real de lo que estamos acostumbrados a ver de tu país.

Exacto, eso es lo que pienso, ¡Estamos de acuerdo! ¡Aunque parece que el resto de los productores no tanto! He contado mi experiencia personal, he tenido que trabajar lejos de mi pueblo natal, de mi familia, alquilar una casa, no se me estaba permitido conducir, tuve que contratar a un chófer, que suelen vivir lejos y no son puntuales porque se duermen y tenía que ir a buscarlos a su casa y llamar a la puerta para despertarlos. Tal y como está diseñada la sociedad, es muy difícil vivir y eso es lo más frustrante.

También muestras que la violencia no es solo una lapidación puntual, sino la falta de libertad para las mujeres, que dependen de los hombres en todos los aspectos sociales.

En mi película hablo de la situación de la mayoría de mujeres, no de la alta sociedad que no necesita trabajar, vive rodeada de lujos y pasa las vacaciones en el extranjero. Las mujeres de la clase media tienen que trabajar, quieren buscar su identidad y vivir con dignidad.

¿Confías en que tu película puede contribuir a cambiar la situación de la mujer? ¿Crees que algún día ‘Wadjda’ se proyectará en las pantallas de Arabia Saudí?

Sí claro, no tenemos salas de cine, pero Wadjda seguro que se verá en la televisión y en DVD.  Realmente espero que la película inspire a las personas a lograr sus objetivos y no darse nunca por vencida. Ojala les inspiren estas personas, que luchan de una manera no violenta por lograr su sueño. Creo que ese es el auténtico reto, cambiar la actitud, tener coraje y trabajar muy duro para conseguir la libertad que deseamos. Si un hombre ve esta película y le compra algo a su hija, eso sería un logro para mí.

La reivindicación de la mujer musulmana ha sido actualidad estos días por las protestas del grupo feminista FEMEN. ¿Crees que ayudan a potenciar la libertad de la mujer musulmana?

Creo que las mujeres siempre han estado atadas a las ideologías, la manera de vestir, de comportarse, la manera de proyectar no necesariamente su identidad. Solo espero que las mujeres en algún momento tomen el control de esa situación y muestren quienes son. En el mundo árabe las mujeres son parte de un mundo muy complejo, no es fácil llegar y decir: esto es lo que soy, esto es lo que quiero hacer. Por eso es importante potenciar el desarrollo de las mujeres a ese nivel.

Después de esta aventura cinematográfica, ¿Tienes en mente seguir en el mundo del cine y rodar una segunda película?

Todavía no, pero me gustaría trabajar de nuevo con Razor Films y hacer más películas. Quiero volver a casa y seguir contando historias. Ahora estoy disfrutando del éxito y espero que la próxima película no tarde 5 años en materializarse, con 2 años me conformo.

Colaboradora en Factory Mag. ¿Qué soy?, ¿qué hago? tendrás que leerme para descubrirlo.

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