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Eli Wallach: “A mi edad cada día es un proyecto”
Acaba de cumplir noventa y cuatro años. Mantiene la memoria casi intacta y confiesa que cuando le reconocen por las calles de NuevaYork continúan tarareandole el pegadizo tono que Morriconecreó para “El bueno, el feo y el malo”. Es Eli Wallach, toda una leyenda cinematográfica que derrocha simpatía y ha vivido historias que muy pocos pueden contar.
Nacido en Brooklyn, Eli Wallach siempre tuvo la pasión por actuar muy presente. Debutó en escena a los quince años, pero pasaría mucho tiempo hasta el éxito y la fama. En su adolescencia llegó a vivir en la árida Texas, donde estudió y aprendió a montar a caballo (lo que posteriormente le ayudaría en su carrera). Intentó burlar al ejército fingiendo una enfermedad, pero al final su honestidad le condujo a recorrer el mundo durante cinco largos años, en hospitales de campaña de Niza, Casablanca o Berlín. Cuando volvió a Nueva York, inició una prolífica carrera que le llevó a ser uno de los miembros fundadores del Actor´s Studio. Elia Kazan le dio su primera oportunidad en la pantalla grande.Wallach no la desaprovechó, y, paso a paso, sin hacer mucho ruido, consiguió colarse en el Olimpo de los Dioses, poniendo su nombre por delante de actores del calibre de Steve McQueen y convirtiéndose en una de esas personas que son respetadas por todos.
Tuvo a una tal Norma Jean Baker de niñera en su casa, Brandofue moroso suyo y Sinatra le llamaba loco cada vez que lo veía… Anécdotas de un actor con una filmografía de las que tiran de espaldas. Hace unas semanas, desde su apartamento del centro de Manhattan nos atendía con una vitalidad envidiable y una amabilidad exquisita.
Mr. Eli, ante todo comenzar diciéndole que es todo un honor conversar con usted.
Muchísimas gracias.
Empecemos hablando de su primera película, con Elia Kazan, un director al que siempre acompañó la polémica. “Baby Doll” fue un film muy controvertido en su época, ¿cómo vivió usted aquello?
Era la primera película que hacía. Después de cinco años en el ejército regresé a Nueva York y empecé a trabajar en el teatro, sólo en eso, durante nada más y nada menos que diez años. Fue tras una actuación en Londres cuando Elia Kazan me propusohacer esta película, en Mississippi, que en aquella época era un lugar realmente peligroso… Mi primera película, “Baby Doll” basada en una obra de Tennessee Williams. La iglesia se enfadó mucho, decían que atacaba a los católicos y que no era una buena influencia. Incluso amenazaron con excomulgar a quien fuera a verla. La verdad es que no creo que tuvieran razón, es maravillosa y políticamente muy interesante.
Hablando sobre su amigo Tennessee Williams, con el que compartió usted muchas horas, me gustaría preguntarle si él era una persona tan apasionada como los personajes de sus novelas.
Hice cinco obras de teatro basadas en obras suyas, “La rosa tatuada” (lo dice en perfecto español), también “Camino Real”… perdona que no recuerde los otros nombres. Éramos buenos amigos, y te puedo decir que Tennessee fue igual de apasionado, o más, que los personajes de sus obras. Podría estar hablando de él horas y horas…si consiguiera acordarme de todo, ya sabes, a mi edad… (Risas)
¿Cómo era la relación de Tennessee Williams con el resto de escritores de la época?
Compartíamos amistad con Arthur Miller, de los demás no te puedo contar mucho. De Capote, aunque respetaba mucho sus obras, no solía hablar muy bien.
Usted rechazó el papel que le dio el Oscar a Sinatra en “De aquí a la eternidad”, e hizo “Camino Real”. ¿Por qué?
La pregunta del millón de dólares. (Risas) En un principio me había comprometido para trabajar en ‘Camino real’, pero hubo problemas con el dinero. Mi agente me consiguió una prueba para ‘De aquí a la eternidad’, y tras hacerla dijeron que estaba dentro de la película, pero de repente apareció el dinero para hacer “Camino real” y respeté mi palabra, eligiendo trabajar en “Camino real”. Mi personaje en ‘De aquí a la eternidad’ fue para Sinatra…
¿No se arrepiente?
Para nada, aunque cada vez que Frank Sinatra me veía su saludo era “¿cómo estás, actor chalado?”. (Risas)
¿Cómo fue su relación con Sinatra, aparte de ese detalle?
Siempre fuimos buenos amigos. Era un caballero, a pesar de su nombre. Mi mujer (Anne Jackson) trabajó con él en un western del que no recuerdo el nombre, pero sí que me acuerdo que interpretaba a la dueña de un burdel.
“Duelo de pillos”.
Exacto.
En Europa la gente sigue creyendo que la famosa escena de “El padrino” donde la mafia apoya a un cantante está basada en cómo Sinatra consiguió el papel en “De aquí a la eternidad”. Ya sabe, la escena de la cabeza de caballo cortada…
Me han preguntado muchas veces eso, y te puedo asegurar de buena tinta que no hubo nada de cierto, es una estupidez. Aunque en parte la culpa de esos rumores la tengan las amistades de Sinatra, pero él era muy social…
¿Qué me puede contar acerca de su experiencia en el Actor´s Studio?
Fui uno de los miembros originales del Actor´s Studio, desde 1947, junto a Kazan, Robert Lewis, etcétera… Crecimos poco a poco. Una experiencia maravillosa, me hizo evolucionar mucho como actor, y además allí conocí a mi mujer.
Acabo de leer su biografíayme gustaría que explicara a nuestros lectores su particular opinión acerca del famoso “método”.
¿Se puede conseguir mi biografía en España?
La compré por internet.
Me habías asustado… (Risas) Yo creo que cada persona tiene su propio método, no creo en “el método”, cada uno tiene el suyo. Una escuela puede ayudarte a desarrollar cualidades, pero nadie puede crear un método universal.
Del Actor´s Studio ha salido gente como De Niro o Al Pacino, pero imagino que uno de los que más le impresionaron sería Marlon Brando.
Sí, Brando estaba en el Actor´s Studio. Creo que debutó en Broadway con ‘Un tranvía llamado deseo’…Tengo una anécdota muy buena. Mi mujer me comentó que había alquilado a Brando un apartamento que teníamos . Recuerdo que la renta era de veinticinco dólares a la semana, algo más barato de lo que vale un apartamento ahora en Manhattan, así que fui a la casa, y le dije a Marlon Brando que me diera los veinticinco dólares, y me contestó que en ese momento no tenía dinero. Yo le respondí que era imposible que estando de cabeza de cartel en una obra de Broadway no tuviera el dinero, se me quedó mirando de esa forma tan extraña que tenía, y finalmente me pagó.
¿Recuerda alguna sensación especial de cuando le conoció?
Brando era un monstruo delante de la cámara, pero sobre todo recuerdo que no me quiso pagar el apartamento que le habíamos alquilado. (Risas)
Su segunda película fue con Don Siegel, “Contrabando”.
Sí, rodada en San Francisco, nada que ver con Mississippi.
Y ya en 1960, “Los siete magníficos”, basada en “Los siete samuráis “de Kurosawa, dirigida por John Sturges. El film tiene un elenco de actores increíble. ¿Fue complicado rodar rodeado de tantas estrellas?.
Bueno, yo hacía el papel de Calvera, el bandido, que debía de matarlos a todos, así que no me afectaron esas tensiones (Risas). Yul Brynner, Steve McQueen, Charles Bronson, James Coburn, Horst Buchholz, Robert Vaughn…seis de los magníficos ya han fallecido. No creo que hubiera mucha tensión en el rodaje, los viví muchos peores. Al contrario, recuerdo cómo conseguí mi vestuario y fue muy divertido. El sombrero para ‘Los siete magníficos’ lo compré aconsejado por un amigo mío al que apodaban el indio. Fuimos a Méxicoa comprarlo y acabamos una noche fundidos por el tequila. No sé ni cómo pude comprar ese sombrero, porque cuandoestuve sobrio y me lo vi puesto pensé que no podría cabalgar con él, pero mi amigo el indio me dijo que aquello era un verdadero sombrero mexicano, así que me quedé con él,aunque era del tamaño de una mesa de cocktail.
Como ha mencionado, Charles Bronson participó en la película. Es un actor que despierta sentimientos encontrados entre los aficionados…
Bronson era un profesional como la copa de un pino, tal vez fuera un hombre serio, pero detrás de esa apariencia de justiciero de ciudad (Risas), se escondía un buen tipo…aunque serio.
Pasemos a 1961, a Reno, Nevada, y a una película de la que hay mucho que hablar.
‘The Misfits’. John Huston, Gable, Monty Clift, Marilyn, ¡e incluso yo!
¿Cómo consiguió ese papel?
Marilyn dejó California porque estaba muy cansada de vivir allí, con la excusa de ir al Actor´s Studio. Yo ya conocía a Miller y así fue como Marilyn eligió mi casa para instalarse en Nueva York. Yo la sacaba a pasear por Nueva York, en una época en la que ya estaba muy depresiva. Iba a verme actuar al teatro y siempre preguntaba cómo era capaz de recordar diálogos para obras de más de dos horas. A partir de aquella amistad con Miller y Marilyn fue como conseguí el papel. En un principio yo estaba detrás de Gable y la Monroe en los títulos de crédito, pero al final también eligieron a Monty Clift. De todas formas no está mal el cartel. (Risas) De ese rodaje ya se han contado mil cosas, los últimos diez días de la vida de Gable, el tormentoso estado de Marilyn…
Sí, todo eso es lo que se comenta pero… ¿De verdad fue un rodaje tan complicado?
Complicado y más. Marilyn ni siquiera miraba a la cámara. Mi primera escena con Gable la recuerdo perfectamente; estaba apoyado y Gable mirándome, Huston gritó acción y yo me quedé allí, embobado mirando a Gable, pensando que era el rey de los actores y que yo ni siquiera había visto ‘Lo que el viento se llevó’. Más tarde Gable, con el que trabé una gran amistad, me confesó que le parecí un tipo muy raro cuando me conoció. Al final John Huston nos dio dos chupitos de Jack Daniels y pudimos rodar la escena. Esa película me trae mil recuerdos, la escena de los caballos fue realmente peligrosa, el hecho de que Huston fuera un experto en caballos la hizo más dura aún. Sabes, en aquella época la mujer de Gable estaba embarazada, pues hace unos años, estando en California, un tipo joven se me acercó y dijo que era el hijo de Clark Gable. Fue muy emotivo, porque yo era un gran amigo de su padre y me pidió que le contara cosas de él… me siento inmensamente rico de haber participado en esa película.
¿Cómo se sentía caminando en Nueva York con Marilyn Monroe? Debía ser el hombre más envidiado de la ciudad…
Recuerdo que iba con ella por la calle, Marilyn vestía ropas normales y me sorprendía el hecho de que nadie la reconociese. Se lo comenté, y en ese momento comenzó a andar como si fuera…. Marilyn Monroe, y la gente empezó a reconocerla inmediatamente. Era una chica muy lista, pero a la vez muy atormentada. No tuvo suerte, ni con Miller, ni con DiMaggio…Después de ‘The Misfits’ mi mujer estuvo en un proyecto con ella y Dean Martin, pero al final Marilyn abandonó el proyecto, porque estaba mentalmente en muy malas condiciones.
¿Conoció personalmente a Dean Martin?
Nunca llegamos a ser amigos, pero sí que lo conocí. Sí que mantengo una gran amistad, incluso hoy, con Harry Belafonte, con quien trabajé en ‘The Angel Devine’.
¿Cuál ha sido la actriz más especial y atractiva con la que ha trabajado?
Mi mujer (Risas). Marilyn era Marilyn, qué puedo decir de ella. Guardo también especial recuerdo de Audrey Hepburn, trabajé mucho con ella. Era muy alta, así que recuerdo que en alguna escena incluso se quitaba los zapatos para rodar conmigo.
¿Y el director y actor más profesional?
No me gusta hacer comparaciones. He trabajado con John Huston, Coppola, Eastwood, Hathaway, Wyler, Kazan, Leone, O´Toole, Gable, Marilyn, Gregory Peck, Jack Nicholson, Stanley Donen… y muchos y muchos otros que se me olvidan, no podría destacar a ninguno, aunque sí recuerdo a Henry Hathaway como un muy buen director, pero realmente duro con sus actores.
Hora de hablar de su trabajo más famoso, “El bueno el feo y el malo”. ¿Cómo fue que Leone se fijara en usted para el papel de Tuco?
Yo estaba en California haciendouna película y mi agente me comentó que un director joven y con mucho talento quería hablar conmigo. Le pregunté de qué iba el tema y me dijo que se trataba de un western italiano Aquello me sorprendió mucho, pero acepté el encuentro. Así que allí mismo, en California, tuve mi primera reunión con Sergio Leone .Me enseñó su última película e inmediatamente acepté formar parte de su nuevo proyecto, aun sin saber con quién iba a trabajar. Me dijo que en unos días tenía que volar a España, así que me presenté en Madrid con un tal Clint Eastwood.
Creo que tiene una buena anécdota sobre su estancia en Madrid con Eastwood.
Pues sí, nos tocó compartir la misma cama porque no había más sitio, y yo me dije: “¡Dios mío voy a dormir con Clint Eastwood!”. Clint me preguntó qué lado de la cama prefería, el derecho o el izquierdo. Evidentemente le dije que la derecha para él, ya que yo soy hombre de izquierdas… creo que soy de los pocos hombres que ha dormido con Clint (Risas). Al día siguiente decidió que iríamos en coche a Almería. Imagina, ya era famoso en España, y fue un viaje lleno de aventuras. La verdad es que me encanta España. Todo lo relacionado con tu país. Hace unos años trabajé en Florida con un director español (Fernando Trueba- “Two Much”. N. del A.) y quedé encantado con la experiencia. (En este momento su mujer le interrumpe y él, como si de un quinceañero enamorado se tratara, contesta “Estoy hablando con España cariño, enseguida estoy contigo” y Mr. Wallach continua narrando el relato con la soltura de quien lo ha narrado ya mil veces). Leone se fijó en mí en la escena de ‘La conquista del oeste’, además le gustó el hecho de que dominara el montar a caballo, gracias a los años que pasé estudiando en Texas.
Se dice que fue un rodaje muy peligroso.
Clint me decía constantemente que no fuera temerario y que no intentara hacer ninguna escena peligrosa. Había poco dinero para especialistas y a Leone le gustaba jugar al límite. Por ejemplo, en la escena del tren, había tres cámaras, y el tren pasaba al lado de mi cabeza…acepté hacer la primera toma, pero Leone quería repetir y me negué en rotundo. En la escena de volar el puente, de nuevo quería meternos en el ajo, y Clint se negó. Al final tuvimos suerte porque el puente se volópor error debido a un mal entendido entre el operario español y uno de los ayudantes de dirección. A Leone casi le dio un ataque al corazón, estuvo tres meses construyendo ese puente…pero misteriosamente los españoles lo volvieron a construir en sólo tres días… (Risas)
Cuando Leone rodó “Érase una vez en América” usted fue el que le ayudó a elegir los decorados…
Sí, es cierto…
¿Qué le pareció la intervención de De Niro?
Soberbia, como casi siempre, es uno de mis actores favoritos.
Ha mencionado antes “La conquista del oeste”, toda una superproducción.
Allí trabajé con Henry Hathaway, director que como ya te he dicho era realmente duro. Hice otra película con él y con Edward G. Robinson, y tras esto me llamó porque quería trabajar conmigo de nuevo. Le dije q me diera el guion y me pasó sólo dos páginas; básicamente tenía que montarme en un tren y hacer un poco el gamberro, así que fue muy fácil participar en esa película. A pesar de que todo allí fue una locura; hecha en cinerama, con tres cámaras, un montón de actores, directores, una locura total, y menos mal que no me tocó John Ford…
Sólo por curiosidad, ¿conoció usted alguna vez a James Stewart y a Walter Brennan , compañeros de reparto en esa película?.
Stewart era Stewart, todo lo que te puedas imaginar de él era cierto, no como otros actores que nada tienen que ver con el aurea que proyectan actuando. Y a Brennan lo conocía ya, y era realmente un tipo encantador, ¿le recuerdas en “Río Bravo”?, amo esa actuación.
Excepcional film. Hablando de otro clásico en el que participó, “El padrino III”, en el que interpretó a…
Coppola dijo que yo iba a interpretar a un viejo amigo de la familia Corleone , don Altovelli, y yo le contesté que si de verdad era un viejo amigo de los Corleone por qué no me había llamado para “El padrino I y II” (Risas). Me contestó que debería de haber estado en Sicilia. Fue una experiencia única trabajar con Coppola, un director muy profesional.
En su dilatada carrera habrá participado en rodajes muy peligrosos, como el de “Baby Doll”. Aparte de los ya dichos, ¿qué otros lugares le resultaron hostiles?
Recuerdo especialmente los rodajes con Leone, siempre le gustaba usar pocos especialistas, y también Camboya, donde pasé unos cuantos meses con Peter O´Toole rodando “Lord Jim”. Aunque siempre recordaré Mississippi y el rodaje de mi primera película, con los policías armados hasta los dientes y con una tensión muy fuerte, a pesar de que Kazan y Tennessee intentaron hacerlo todo mucho más fácil.
Habiendo viajado tanto, ¿que ciudad elegiría como su favorita?
Nueva York, sin duda. Ahora mismo estoy viendo el Hudson.
Usted ha hecho tanto cine como teatro, ¿con que se quedaría?.
Una pregunta imposible de contestar, cada cosa tiene sus pros y sus contras. Es como si te preguntan a cual de tus hijos quieres más, la mayoría de los padres no podría contestar…
También ha trabajado en series de televisión, ¿sigue alguna en la actualidad?
Si te soy sincero, no sigo ninguna en especial, aunque aquí todo el mundo habla bien de las de HBO, no sé si las conoces.
Sí. “The Sopranos”, “Carnivàle”, “The Wire”..
Exacto,
¿Qué opina de la evolución de Clint Eastwood como director? ¿Pensó cuando le conoció que llegaría a ser una figura tan importante dentro del cine como lo es hoy?
Siempre supe que Clint llegaría muy lejos. Cuando acabamos el rodaje de ‘El bueno el feo y el malo’ ya me comentó su intención de regresar a California para dirigir sus propias películas.
¿Cómo surgió su colaboración en “Mystic River”?
La historia de mi intervención en ‘Mystic River’ es muy curiosa. Clint me llamó y me dijo que iba a rodar una película en Boston. Le pedí que mandara el guión y contestó que era una página y que sólo me necesitaría un día. Lógicamente acepté, pero con la condición de no aparecer en los títulos de crédito. El día del rodaje, Clint dijo que yo iba a interpretar al propietario de una tienda de licores, así que allí aparecí sin saber lo que tenía que decir, ni siquiera sabía de qué iba la trama, y Clint me comentó que cuando estuviera preparado empezábamos a filmar la escena. Yo le preguntéquetenía que decir, y el simplemente me respondió que me dejara llevar e hiciera lo que yo quisiera. Cuando fui a ver la película en Nueva York, en un cine abarrotado, pensaba que la escena había sido eliminada. Al llegar el momento de mi aparición, una mujer que tenía sentada al lado se quedo mirándome estupefacta y me preguntó si era yo, y le dije: “creía que mi escena no iba a aparecer (Risas), ¡pero cállese que no la he visto aún!”.
Un buen homenaje de su amigo Eastwood…
Sí, él siempre fue mi mentor. Me han encantado sus películas sobre Iwo Jima. ¡Qué curiosa es la vida! Recuerdo estando en Niza que tenía a un soldado de origenjaponés que luchaba en el bando americano, y me contaba con tristeza que su familia estaba en el otro bando. Esas películas de Eastwood me hicieron reflexionar mucho.
Usted ha conocido actores con mucho sex-appeal, y aunque sea una pregunta indiscreta, ¿quién tenía más éxito con las mujeres, Eastwood o McQueen?
Es una pregunta difícil (Risas). Sólo puedo decirte que Eastwood tiene hijos repartidos por los cinco continentes.
Estuvo con McQueen en su último film, “Cazador a sueldo”. ¿Se imaginaba que aquella iba a ser su última aparición en pantalla?
No me di cuenta de lo enfermo que estaba McQueen. Me sorprendió cuando me dijeron que había muerto. No había notado nada, aunque luego pensándolo, McQueen no era el mismo con el que trabajé en ‘Los siete magníficos’.
También trabajó con un director peculiar como J. Lee Thompson en “Mackenna´s Gold”. Actuaron en ese film Gregory Peck, Omar Sharif y Telly Savallas. Me gustaría saber su opinión sobre ese director.
Recuerdo a Thompson justo como tú has dicho, un director muy peculiar. No tuve un papel muy grande en ese film, pero guardo muy buen recuerdo. También estaba Edward G. Robinson, que era un actor increíble.
Morricone, Bernstein… ha trabajado con grandes compositores, ¿tuvo contacto con alguno de ellos?
La mayoría de las veces sólo escuchábamos las bandas sonoras en los estrenos de las películas .Conozco personalmente a Morricone, su música va unida a mi vida.
¿Qué películas le han gustado recientemente?
La memoria me juega ya malas pasadas, pero un amigo me recomendó una película sobre un coro de ancianos y la verdad es que me gustó mucho (“Corazones rebeldes”-2007. N. del A.). Sigo anclado en losfilms que solía ver en el viejo Apollo.
Es inevitable preguntarle por el cambio político que ha vivido su país…
No me gusta hablar de política, sólo puedo decir que cualquier persona inteligente tiene puestas muchas esperanzas en el cambio.
Y la última pregunta, ¿tiene usted algún proyecto para este año?.
A mi edad cada día es un proyecto (Risas). Hablando en serio, creo que voy a participar ocasionalmente en alguna obra de teatro…
Muchísimas gracias por atendernos, Mr. Eli, ha sido todo un placer charlar con usted y espero visitarlo personalmente en breve.
Gracias a vosotros por vuestro interés y no me gustaría acabar sin deciros algo que aprendí cuando estuve en España: “Quien temprano se levanta tiene una hora más de vida y en su trabajo adelanta”.
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