Cuadernos
Ensayo por la juventud (VIII)
Capítulo 8: Los expropiadores son expropiados.
Hasta ahora, la Historia no ha hecho funcionar este premisa, provocando parte de la crisis del pensamiento marxista. Hoy en día no hay un crecimiento cuantitativo del proletariado en las sociedades capitalistas desarrolladas, a no ser que observemos como crecimiento del proletariado la precariedad laboral llevada a los puestos de trabajo que requieren de una mayor cualificación que la tradicionalmente requerida por aquellos puestos a los que se les suele asignar el salario mínimo interprofesional. Sin embargo, podríamos considerar que la desobediencia inducida por el 15M sí ha puesto un soplo de aire fresco en las tendencias del crecimiento cualitativo ya existentes para con el desarrollo de una conciencia revolucionaria. Actualmente, deseamos ser radicales en la medida que lo fue Simone de Beauvoir cuando, con El segundo sexo (1949), radicalizó la idea de la vindicación de Mary Wollstonecraft, como efecto reflexivo del movimiento sufragista, dándole a éste una base teórica. No tenemos esencia sino existencia, nos hacemos mediante nuestras opciones libres o, en síntesis, no hay ser detrás del hacer. Como fuere, la mayor parte de las leyes tendenciales que Marx apuntó acertadamente no siempre tienen la significación sociológica que él supuso. Por ejemplo, el crecimiento, en términos de valor, de la tasa de explotación. El capital variable es la porción del capital invertida en fuerza de trabajo independientemente de cada uno de sus accionistas. Esta porción es variable porque la fuerza de trabajo tiene la capacidad de crear valor, de reproducir su propio valor y una plusvalía que puede aumentar o disminuir en función de la fuerza productiva del trabajo. La expresión «en términos de valor» indica que el capital variable o cuota de plusvalía tenderá a crecer. No obstante, la cuota de plusvalía, en la práctica, es la diferencia de valor entre lo que el trabajo produce y el valor de la oferta de trabajo, que se expresa como precio en forma de salario. Con el inmenso crecimiento de la productividad del trabajo, se produce desde luego un aumento: en términos de cuota, un obrero de un almacén o de una envasadora de fruta está mucho menos explotado que un trabajador de una fábrica de BMW que produce al día treinta y cinco automóviles, aunque le quiten todo lo que produce y esté más integrado a la sociedad de consumo y a todas sus ideologías, porque la cuota de plusvalía será también muchísimo mayor. Aun pagándole al obrero del almacén de fruta la mitad de lo que produce, produce en realidad tan poco que su salario, en términos de valor, es más equitativo que el de la fábrica de automóviles. El efecto del incremento de la cuota de plusvalía o de la tasa de explotación, es sociológicamente paradójico porque se hace sobre el incremento de la productividad del trabajo y no es el resultado de una creciente explotación y pauperización de la sociedad, a no ser que admitamos como una tendencia al lumpenproletariado las consecutivas reformas laborales que han facilitado el despido y reducido la protección a los indefinidos, llevando a una mayor precariedad laboral a una sociedad cada vez más carente de los derechos mínimos fundamentales. Por ejemplo, en las universidades españolas ha crecido de manera desproporcionada el número de puestos de trabajo para profesores asociados que, sin embargo, prácticamente desempeñan la función que haría la figura de profesor ayudante doctor, con la diferencia de que se requiere que el primero esté pluriempleado porque el contrato de asociado no cotiza a la seguridad social y, además, su salario bruto es cuatro veces inferior al del ayudante contratado, aunque ambos investiguen, publiquen y asistan a congresos. Lo llamativo, en términos de pauperización, no es tanto que el número de contratos de profesor asociado sea tres veces superior a los de catedrático sino más bien que por cada plaza de ayudante doctor salen cuarenta y dos de asociado precario, a pesar de que son muchos los asociados que están acreditados por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) como ayudante y como contratado doctor. En 1886, Thorold Rogers, profesor de Economía política en la Universidad de Oxford, la cuna de la ortodoxia protestante, también subrayó en su prólogo a la History of Agriculture and Prices in England from 1259 to 1793 la pauperización de la masa del pueblo originada a consecuencia de la Reforma.
En 1949, durante las primeras etapas de la Guerra Fría, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos preparó el plan de la Operación Dropshot, con el objetivo de hacer estallar en 1957 la Tercera Guerra Mundial, en el caso de que la Unión Soviética planificase apoderarse de Europa Occidental, el Cercano Oriente y partes de Asia Oriental. Iba a tratarse de la primera guerra nuclear, con misiles balísticos intercontinentales. Menos mal que estos documentos fueron posteriormente desclasificados y publicados como Dropshot: El Plan de América para la Tercera Guerra Mundial contra Rusia en 1957. Entre julio de 1956 y marzo de 1957 fue la Guerra del Sinaí, un conflicto que enfrentó a Egipto con una alianza de Francia, el Reino Unido e Israel. La URSS amenazó con intervenir a favor de Egipto, haciendo que Estados Unidos temiera una guerra general y convenciese al Reino Unido y a Francia de retirarse. La Ruptura Sino-Soviética de 1960 fue la ruptura ideológica entre los maoístas y los estalinistas que dividió a todo el movimiento comunista, que controlaba a gobiernos o facciones rebeldes importantes en cada continente. En octubre de 1962, los aviones espía Lockheed U-2 de los Estados Unidos descubrieron bases de misiles nucleares soviéticos en territorio cubano, en lo que se denominó como la Crisis de los misiles en Cuba. Estados Unidos bloqueó las costas cubanas e instó a la Unión Soviética al desmantelamiento de las bases. La Unión Soviética propuso acceder de acuerdo a que los Estados Unidos retirasen los misiles Júpiter instalados en Turquía. Un proyectil soviético derribó uno de los aviones espía estadounidenses que sobrevolaba cielo cubano y días después se derribó otro en Siberia. En este momento de máxima tensión, Estados Unidos también acepto el acuerdo. En marzo de 1969, en el contexto de la Ruptura Sino-Soviética, se produjo el Conflicto fronterizo sino-soviético en el río Ussuri de la isla Zhenbao en China. En estos choques fronterizos, con casi un millón y medio de soldados en la frontera, 658,000 soviéticos y 814,000 chinos, se sufrieron 59 bajas mortales soviéticas, incluyendo a un coronel, y 800 chinas. El 6 de octubre de 1973, coincidiendo con la conmemoración judía del Día de la Expiación, perdón y del arrepentimiento, el día del Yom Kipur, sorpresivamente, Egipto y Sirio atacaron a Israel. El ejército egipcio ocupó la costa este del canal de Suez, con la excepción del punto de cruce israelí cerca de Deversoir. El ejército israelí ocupó 1600 km² de territorio en la costa suroeste del Canal de Suez, a 100 km de El Cairo, y rodeó el enclave egipcio en la orilla oriental. Además, ocupó 500 km² de Basán, en la parte superior de los Altos del Golán, a sólo 32 km de Damasco. El 24 de octubre de 1973, mientras la Guerra de Yom Kipur llegaba a su final con la victoria militar de Israel, la Unión Soviética amenazó con intervenir a favor de Egipto, provocando que los Estados Unidos se pusiesen en DEFCON 3, «estado de defensa» intermedio, donde el DEFCON 2 es el paso previo a la guerra nuclear, declarado en la Crisis de los misiles de Cuba y en la fase inicial de la Operación Tormenta del Desierto durante la Guerra del Golfo. Entre 1978 y 1979, el Vietnam pro-soviético invadió el Camboya pro-chino y derrocó a Pol Pot, dictador genocida y principal líder de los Jemeres Rojos, la organización guerrillera camboyana. En represalia, China invadió Vietnam y los soviéticos lo denunciaron, aunque no tomaron acción. En 1979 la Unión Soviética invadió Afganistán y China denunciaron que se trataba de una estrategia iniciada con la invasión a Camboya para rodearla. Una guerra entre la República Popular China y la Unión Soviética hubiese desencadenado una guerra mundial.
El Tratado de No Proliferación Nuclear es un tratado que restringe la posesión de armas nucleares y que sólo permite su posesión a los estados que hubiesen detonado un ensayo nuclear antes de 1967, que no son sino los Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y la República Popular China. El tratado se encuentra abierto a la firma desde el 1 de julio de 1968 y en suma son ya ciento noventa los estados que han firmado a lo largo del tiempo. Las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas son el modo de expresión formal de la voluntad del Consejo de Seguridad, con capacidad vinculante de obligaciones financieras o legales para los miembros de la Organización bajo el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas de 1945. El 13 de abril de 2012, Corea del Norte lanzó en el cohete Unha-3 su satélite de observación terrestre Kwangmyŏngsŏng-3 desde el Centro Espacial de Sohae, según sus autoridades, con fines metereológicos. El 12 de diciembre de ese mismo año, el Comité Coreano de Tecnología Espacial lanzó su reemplazo, el satélite Kwangmyŏngsŏng-3 2, pero estalló tras noventa segundos de estar en el aire, en la península de Corea. El lanzamiento del primer satélite había sido interpretado en Occidente como una prueba encubierta de misiles balísticos desarrollados por el país norcoreano. Estados Unidos solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución a propósito del segundo lanzamiento. Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6904 sesión, celebrada el 22 de enero de 2013, la Resolución 2087 (2013) condenó el lanzamiento realizado por la República Popular Democrática de Corea, en el que se utilizó tecnología de misiles balísticos en contravención de las resoluciones 1718 (2006) y 1874 (2009). En respuesta a esta resolución, Corea del Norte realizó el 12 de frebrero de 2013 la prueba nuclear subterránea con bomba atómica más poderosa en su historia y ocasionó un sismo estimado entre los 4’9 y 5’2 grados en la escala de Richter, en su sitio de pruebas nucleares Punggye-ri, en el condado de Kilju, en la provincia de Hamgyŏng del Norte. De esta forma, Corea del Norte, que se había separado del Tratado de No Proliferación Nuclear en 2003, declaró estar igualado militarmente contra sus opositores y que estaba listo para responder en caso de cualquier ataque. El gobierno norcoreano, además de sostener que las pruebas nucleares eran una respuesta a la política hostil de Estados Unidos contra su nación y a las sanciones impuestas por occidente por el lanzamiento del satélite, justificó su programa nuclear considerándolo una medida de defensa propia con la que se garantizaba su soberanía contra Estados Unidos y su aliado, Corea del Sur, que había apoyado las políticas hostiles. Ante estas amenazas, estas naciones empezaron a prepararse militarmente. Durante el mes de marzo, la tensión aumentó considerablemente, llegando Corea del Norte a declarar el estado de guerra con Corea del Sur. Pero, en junio, ante el desborde de la crisis, las partes decidieron reiniciar las relaciones diplomáticas, aunque la tensión continúa vigente.
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