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Antonio Luque (Sr. Chinarro): “El éxito de Internet está en la industria del porno”
Hablar con franqueza y sarcasmo a la vez es algo complicado de manejar para los novatos de la vida. De todas formas, incluso los más veteranos acaban siendo linchados por las hordas de la opinión popular. Antonio Luque sabe muy bien qué tácticas tomar en caso de emergencia, por eso saca a la luz un nuevo disco, titulado Enhorabuena a los cuatro (Mushroom Pillow, 2013) después de haber escrito Exitus, novela que se intercaló con los trabajos discográficos Presidente (Mushroom Pillow, 2011) y ¡¡Menos samba!! (Mushroom Pillow, 2012). No hay aranceles mentales que se paguen con talento, sino creatividad en movimiento.
Curioso título [“Enhorabuena a los cuatro”] que proviene de un chiste sobre un tipo que tiene una novia en la lejanía…
Nos traicionamos rápido, ya sabes. Pero bueno, si nos lo tomamos con sentido del humor… De todas formas, ojalá todas las traiciones fueran las del sexo. Pero como he explicado, no hablo sólo de eso en el disco. Hay traición en la vida, hay trampas, el secreto…
El amor ya no es lo que era, que es justo lo que cantas en ‘Sólo Shakespeare’: “Morir de amor, majaderías de antes”.
Sí, porque es una idea que se vendió en su día y que tuvo mucho éxito, como lo tuvo también La Biblia. Son grandes relatos que no nos hacen la vida más fácil sino al contrario puesto que nos crean unas expectativas que acaban siendo satisfactorias debido a que nuestra animalidad va por otros derroteros. Yo no creo que la animalidad del humano sea un mito. Quiero decirte que me parece más creíble la obra de Charles Darwin que “Romeo y Julieta”.
Cosa que comparas con los amantes de Teruel.
Es que al parecer, Shakespeare se inspiró en eso para escribir “Romeo y Julieta”. Como que robó el mito para montar su historia. Pero lo leí en la Wikipedia, vaya. No me gusta mucho Shakespeare y tampoco he leído “Romeo y Julieta” (risas).
Me llama la atención utilizar como single ‘Más grande que Barcelona’ debido a que es un localismo sevillano.
Viene a significar algo así como “esto no hay quien se lo explique”. Por lo menos en esa canción, quiero explicar más o menos la totalidad del disco. Puede que estemos muy bien juntos pero también puede ser que nos tengamos que separar.
“Bien está lo que bien empieza”, dice ‘Las fuerzas de la naturaleza’. Algo contradictorio para una pareja que acaba mal.
Sí, pero por eso nos seguimos juntando, ¿no? Si una pareja empieza bien, será porque creemos que seguirá bien todo el tiempo o durante toda la vida.
Por no hablar ya de las relaciones abiertas…
¿Pero ves? Los homosexuales hacen eso con mayor libertad, entre otras cosas porque no se embarazan. Y el problema de las parejas heterosexuales es que las chicas se quedan embarazadas, así que se quieren garantizar la supervivencia del crío. O por lo menos era así hasta hace poco. Hay muchas maneras de organizarse en este punto, pero parece que ya se ha inventado todo desde la revolución sexual de los sesenta hasta. Vaya, que lo hemos probado todo. Yo vivo en Málaga, en lo alto de los Baños del Carmen, y no hay tarde en la que no haya dos parejas de blanco haciéndose fotos, revolcándose en la orilla… Yo, que me casé y que me divorcié, puedo decir en carne propia que eso se trata de un anacronismo imperdonable.
Supuestamente una mujer va de blanco a la boda porque ha mantenido su virginidad…
Solamente por eso ya me parece denigrante el hecho de que la mujer tenga que llegar virgen. Está ‘Aunque no seas virgen’, esa canción de Los Ilegales que dice eso de “aunque no seas virgen, y tampoco yo sea San José”. Es que es todo tan ridículo, tío…
De hecho, me inquieta que las niñas hagan la Comunión de blanco.
Va a estar guay cuando las mujeres se casen con cuarenta años de blanco y las niñas vayan a hacer la Comunión vestidas de Barbie. Igual no falta mucho para que eso suceda.
Bueno, gracias a “Sexo en Nueva York” o a “50 sombras de Grey”…
Sí, pero cada vez visten más pronto a las niñas como de “mujercita insinuante”.
“La culpa es de los padres, que las visten como putas”, se suele decir.
Ahí empieza también el problema. Sí, la educación de los padres, de los hijos… No sé hasta qué punto sería buena la idea aquella de Platón de coger a los niños y ponerles en una academia directamente fuera de la influencia familiar.
Sacas discos de manera muy seguida. ¿Te sale rentable mentalmente?
No. Si se me ocurre una canción la voy a grabar. Por lo menos voy a hacer la maqueta. Antes, cuando trabajaba con la banda sevillana, decían: “esa canción sí, esa no, esa sí, esa no…”. Y la verdad es que me tocaba un poco los cojones. ¿Quiénes son ellos para decidirlo? Pero ni ellos ni yo, ¿eh? Creo que lo mejor era grabarlas todas y que se busquen la vida las canciones. Imagina que este disco que he grabado no vale nada. Pues valdrá poco, tocaré y ya está. Tampoco será la primera vez que pasa. Con el anterior he vendido quinientas copias y no hice ningún concierto, pero ahora me parece de los mejores discos de Chinarro. La verdad es que me gusta mucho escucharlo. Me mola escucharlo y oírme. ¿Hubiese sido mejor que no lo grabara porque las letras eran muy raras o porque no tenía banda? Pero ahí queda. Igual es un desperdicio de plástico, pero tampoco salieron tantas copias.
Pero se te ve contento. Lo has grabado en Madrid como has querido.
Sí. Estoy bien y estoy orgulloso, dentro de lo orgulloso que pueda estar porque ya sabes que soy muy crítico conmigo mismo. Siempre piensas de todo durante el periodo que sucede entre que se graba y entre que se publica el disco. Llega un momento que no sabes qué pensar, básicamente porque ya no lo tienes en la cabeza. Es como haber enviado a tu hijo a una academia para luego ver qué tal le va. ¡Ya llegarán las notas! Tampoco es que las esté esperando con mucha impaciencia.
Las expectativas suelen ser las culpables de los fracasos. Ahí también meto a las parejas.
Yo no espero nada. No creo que ahora vaya a tocar en el Palacio de los Deportes. No lo creo, pero ojalá.
¿Cómo es eso de reconocer si una producción es española o no a los cinco minutos de haber escuchado una canción?
Es algo que no deja en muy buen lugar a todos los técnicos que trabajan aquí y hay que entenderlo en contexto. A ver, me puedo equivocar porque tampoco tengo un oído tan privilegiado ni conozco a todos los técnicos de todas las grabaciones que se hacen en el país, pero quiero decir que, en general, el nivel aquí está más bajo que afuera. Pero no sólo en la grabación de un disco, sino en muchas otras cosas. El otro día hablé con un fotógrafo que tenía la misma opinión con las películas. Dice que por la luz y demás ya sabe cuándo una película es española. Pero oye, no está tan mal para la formación que hemos tenido. ¡Demasiado bien hacemos todo! Yo no tenía clases de música porque no había profesores. Aunque ahora están todavía peor.
Cuando curiosamente tendríamos –en teoría- más medios. Pasa con la comunicación, los smartphones… Al final nos centramos más en nosotros mismos.
Sí, totalmente. Estamos delatándonos ante el Estado que nos espía por Internet. Es como si tuviéramos los teléfonos pinchados y nosotros pagáramos el pinchazo.
Supongo que de ahí vendrá lo de ‘Indignado desde 1984’, haciendo el juego de palabras con el Gran Hermano que todo lo ve.
Cierto es. Hago el juego entre el libro y la situación del mundo de aquel año porque ya estaba viendo cómo estaba el tema y que la cosa iba a estar jodida. Habría que empezar a rebelarse. Yo ya era un tío rebelde en el instituto, me encargaba de demostrarles a los demás que no iba a jugar de buen grado a los juegos que ellos querían jugar, que es éste que ahora nos tiene tan perdidos.
Un juego en el que ha ganado la banca.
Pero la gente sigue flipando. En cuanto tienen dos duros se los vuelven a gastar en tonterías. Si es que no aprendemos.
La felicidad del esclavo, vaya. Pasa también con las parejas y con las relaciones difíciles.
Ya, pero porque primero se ha convertido a esa persona en esclava engañándolo con la publicidad. Creo que el gran problema está en la publicidad, y eso que ahora mismo estamos tú y yo haciendo una entrevista en los estudios de Red Bull, pero entiendo que nadie se vaya a arruinar por beber Red Bull. Bebiendo cerveza igual es más probable, pero casi que la prefiero (risas). Pero hablamos de publicidad por cosas como un coche. No sé, tío, comprarse ahora un coche de gasoil vale cincuenta mil euros. ¡Todavía hay gente que lo hace! No lo entiendo. Si fuera un híbrido de estos modernos, pequeñito… todavía. Luego te encuentras sucesos como el de las tres mujeres que se mataron junto con tres niños en Palencia cuando venían de las fiestas. Cayeron a una acequia y se mataron. ¿De qué les sirvió entonces el Touareg? Más le hubiese valido ir a las fiestas de su pueblo y no a las de Palencia.
Es irónico.
Sí. Ya ves qué inversión: un coche. Y sin embargo sigue siendo prioritario para la gente.
¿Tú tienes coche?
Tengo una furgoneta de frutería que me viene muy bien para llevar el ampli y tres o cuatro guitarras, cosas que en un turismo no caben. Pero ya sabes, montas a una chica en una furgoneta así y la ves que pone caras raras mientras piensa que eres un rata (risas). Pero eso es lo que hay, ¿no? Si no le gusta ya sabe lo que tiene que hacer: ligar con Paquirrín para que la pueda pasear en el Audi de la madre.
Como la canción de ‘El tractor amarillo’.
Pues mira, casi prefiero un tractor amarillo, pero también vuelcan con mucha facilidad. Quiero decir que la gente vuelve a caer en la trampa siempre que puede. Pero es por eso, porque están abducidos por la publicidad.
Hombre, sarna con gusto no pica.
Si es lo que quieren hacer… Es como lo que dijiste de las parejas. Antes de que uno de los miembros de la pareja se someta a su esposa, antes ha tenido que pasar por un proceso de tortura para que luego fuese un buen esclavo. Es casi una lobotomía para el que esté todo el día viendo la tele. Luego hay colegas como Agustín Fernández Mallo que dicen que la publicidad es una maravilla y una obra de arte. Puede que algunos anuncios sean una obra de arte y le dé la razón, pero luego hacen mucho daño. Seguro que si eres inteligente no, de ahí que Agustín lo vea como una obra de arte, pero la gente no ve la obra de arte, se crea la necesidad de comprar cosas que no necesitan.
¿‘Stella Maris’ se trataría de una canción que pudiera tirar hacia la publicidad dentro de la religión?
Pues sí. Es una de esas canciones mías, tipo batiburrillo, de esas en las que voy a hablar de todo en una sola letra. Igual es un poco pretenciosa, pero a J le gustó. No va en el disco porque a J le gustara, sino porque vi que la canción tenía algo positivo. La verdad es que no me gusta mucho explicar las letras y más si es con una canción tan complicada (risas), pero habla del sexo a la religión, una constante en mis letras. Al igual que cuando hablo sobre Internet y el sexo, esa estela del avión. No es una denuncia, sino una constatación de que el éxito de Internet está en la industria del porno.
Eso me recuerda a la “sorprendente” liberación sexual que hay en el PP (más con el alcalde de Alcorcón, David Pérez) ahora con el tema de Eurovegas. Unos dicen que será el estado del vicio, otros que dará trabajo…
Pero es que es un vicio malo y denigrante. De aquí a nada pondremos anuncios de “se buscan putas”. De hecho, en Valencia ya había anuncios así en los autobuses, anunciando burdeles. Me parece muy fuerte. Además, se supone que está prohibido. No creo que haya que prohibir el juego o ni siquiera la prostitución, al contrario, creo que debería ser legalizada para que estuviera controlada y que tuvieras su paro, incluso. Es una necesidad muy antigua. Mientras no cambiemos el concepto del amor o mientras las mujeres se sigan sintiendo putas si tienen más de veinte novios en un año, no podremos arreglar esto. La palabra “puta” tendría que ser borrada del diccionario directamente. Lo que me parece mal de Eurovegas es que le vayan a cambiar la fiscalidad, que de pronto permitan fumar… Que le hagan leyes a medida es muy fuerte. Yo no voy a ir nunca, ¿sabes? Y eso de que va a generar no sé cuántos mil puestos de trabajo es mentira, como los quinientos mil millones de árboles de Rajoy que prometió hace años. Salía a un árbol por metro cuadrado. Creo que las estimaciones de trabajo de Eurovegas las han calculado igual que calcularon lo de los árboles.
Siempre puede ser peor…
Todavía me parece más grave que hayan levantado con dinero público un centro cultural en Madrid para luego convertirlo en un Mango. Eso me parece más grave que lo de Eurovegas. Al fin y al cabo, el que quiera jugar a los casinos se va a ir a Las Vegas. Y si puede venir a Madrid, algo gastarán. Pero que no le cambien la fiscalidad ni que le regalen los terrenos, ni que se pueda fumar… ni pollas. No puede ser que yo ahora me salga a fumar un pitillo a la puerta de un bar con un vaso en la mano y que me digan “cuidado, que puede venir la policía”. ¡Joder, ni que estuviera poniendo una bomba al Carrero Blanco de turno! ¡Qué es un puto cubata, tío!
Confucio dijo que los cautos rara vez se equivocan. ¿Te consideras un tipo cauto?
Procuro medir mis pasos porque cada vez que no los mido me acabo tropezando. A los despistados no les va muy bien. Las cuatro decisiones que he tomado a la ligera en mi vida terminaron siendo cuatro errores.
¿Referente a la música?
No estaba pensando en eso. Son más bien cosas personales, tipo hipotecarme, casarme… ya sabes, esas cosas que se hacen.
Cometer un error y no corregirlo es otro error…
Ya, pero tampoco es verdad que dos errores no hacen un acierto. Ojalá, pero no es así.
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