Julio de la Rosa: “Amélie fue una diva que hizo mucho daño”

Apoderados del patrimonio sentimental y apesebrados del amor se reúnen en Pequeños trastornos sin importancia (Ernie, 2013), quinto trabajo discográfico de Julio de la Rosa. ¿Hay vida más allá de M.O.S. (Everlasting, 2004) y de La herida universal (King of patio/Ernie, 2010 (por similitudes? Claro, por supuesto, y muerte también. 

Normalmente se hacen canciones de amor estando enamorado o incluso siendo un ser despechado, aunque se hacen de desamor. ¿Las tuyas en “Pequeños trastornos sin importancia” tirarían más por la venganza que por el desamor?

Bueno, son historias de relaciones personales en las que hay de todo, y especialmente, trastornos de personalidad detrás de cada una de esas relaciones. No he tenido en cuenta los términos que usas, aunque inevitablemente han ido saliendo. 

Pero, por su lado, ‘Un corazón lleno de escombros’ es la despechada y la convencionalmente triste. El contrapunto incluso a ‘Colecciono sabotajes’.

El protagonista de ‘Un corazón lleno de escombros’ ha sido víctima de un amor narcisista. El de ‘Colecciono sabotajes’, de una relación pasivo-agresiva. La tristeza, el despecho, la venganza y todo tipo de sentimientos relacionados son normales que aparezcan en este tipo de relaciones. 

Me da la sensación de que las canciones siguen etapas de duelos que suceden al terminarse una relación. ¿Estoy en lo cierto?

Lo estás. Es por eso que veo una relación (saludable, no trastornada) con mi primer disco en solitario, “M.O.S.”. 

Algo así como que el hombre es un lobo para el hombre, ¿no?

Como que una persona trastornada no puede tener una relación saludable. 

Bueno, ‘Borrón y cuenta nueva’ lo deja bastante claro. Junto con ‘Un corazón lleno de escombros’ y ‘La fiera dentro’, ¿formarían el trío que vertebra el hilo de todo el álbum?

Para mí la columna vertebral del álbum es la primera, ‘Colecciono sabotajes’, ‘La fiera dentro’ y la última, ‘El amor saludable’. Pero probablemente esté equivocado. De hecho se me acaba de ocurrir, a colación de tu pregunta. 

Está ‘Kiss kiss kiss me’, la más “amable”. No obstante, ¿cantas a un tipo de perfil de chica que se las da de diva o, más bien, de Amélie?

Amélie fue una diva que hizo mucho daño. La protagonista de esta canción no tiene nada que ver con ella, aunque también le hace daño a su pareja con ese trastorno histriónico que lleva encima. 

Eso me lleva a pensar que, mientras en el Pop se le canta al amor “revelado”… ¿tú lo haces al amor “en negativo”?

Bonita metáfora, pero no, yo le canto al amor saludable. Aunque para hacerlo tenga antes que cantar a otros más perniciosos. 

Y vuelvo al parecido con “M.O.S.” por esa crudeza de sonido y la letra.

Como te comentaba, algo veo. Pero quizá similitudes, más que parecidos. Son discos muy distintos, en mi opinión. 

¿Siempre es necesario poner en antecedentes al “escuchante”?

No es necesario, y de hecho no lo hago de un modo premeditado. Pero si sale, no lo voy a esconder. Venimos de donde venimos. 

‘Kiss kiss kiss me’ me recuerda al ‘Sexy sexy sexy’ de “La herida universal”…

Es lo que tiene repetir una palabra tres veces seguidas (risas). 

Detalles femeninos en la portada y coros. ¿Es indispensable la mujer para contar lo que cuentas en el disco?

Pues lo has respondido tú mismo. Gracias. La cabeza femenina a menudo es bastante más interesante que la masculina, sí. 

Por cierto, ¿todavía no te han dado palos por la portada?

Y por el video que acabo de sacar. Pero quien no lo entienda, debería hacerse mirar sus trastornos. Y su sentido del humor, de paso. 

¿Y cómo seleccionaste cada componente femenino? ¿Algo casual o pensaste en sus tonalidades para las canciones con exactitud? Miren Iza va perfecta para ‘Un corazón lleno de escombros’, Anni B Sweet encaja dentro de los temas más vengativos, mientras que Ana Franco, Nieves Álvarez y Ainara LeGardon componen un núcleo más homogéneo.

Todas las voces, femeninas y masculinas, tienen su momento protagonista en el álbum. Y sí, para todo el mundo tuve que encontrar, y a veces probar, el sitio adecuado. Pensar en su timbre de voz mientras oía la canción para ver cómo podía llegar a quedar. 

Producción más cruda. Diría que es la más directa que te he escuchado. Igual en “El espectador” había cierta claridad, pero me pregunto el motivo de esta “limpieza”. ¿Querías que el texto predominara más sobre las melodías e instrumentación?

Lo que hice fue prohibirle al batería, Jorge Fuertes, que tocara con los pies, y además, que no usara el charles. Eso ha dado mucho ‘aire’ en las canciones para poder jugar con las voces. Pero también para jugar con las percusiones, con las guitarras. No es más crudo, es más básico. Habría que buscar las siete diferencias. 

Havalina son los que están ahí como banda (sin olvidar a Pau Roca), pero como ya hemos comentado, las colaboraciones son importantes. Ahí está el coro vocal de ‘La fiera dentro’. ¿Tratas de decir que las penas acompañadas son menos duras?

O que son cosas que puede decir cualquiera porque cualquiera puede sentirse identificado. Ni idea. Esto me lo acabo de inventar. No sé qué trato de decir con ese coro, pero me gusta cómo queda. 

Excluyendo a ‘El amor saludable’, la única en la que cantas solo totalmente. También hay espacio para la soledad, ¿no? “Amor chiflado, no vengas más”, dice la letra. Casi le canta al miedo también.

Es un disco de miedos, sin duda. Es un motor muy poderoso. Y ésa que dices, la última frase del disco, sí. Creo que el mensaje está claro. Pero no entiendo la relación entre evitar un amor chiflado y la soledad. Ni me gustaría entenderla. Porque esa canción es, precisamente, una puerta abierta al amor saludable. 

El disco se acompaña de 27 fotografías de parejas trastornadas. ¿Será eso verdad de que el amor vuelve tontos a los listos y listos a los tontos?

Esa relación que haces le veo sentido hablando de amores trastornados, sí. Aunque no de saludables.